Artículo publicado en la revista Cultivar Salud. Autora: Rita Vega
Taichi y Chikung nos ayudan a paliar los efectos del estrés
“…estoy cansada”, “…No tengo ganas de nada …”, “… No me encuentro bien”, son hoy frases fácilmente expresadas por las personas del mundo actual. Taichi y chikung nos pueden ayudar a decirlas menos.
La palabra estrés ha formado parte de nuestro vocabulario actual y cotidiano.
Para paliar las consecuencias del estrés crónico, no cabe duda de que la mejor opción es prevenirlo a fin de que no aparezca o tratarlo, si ya se instaló.
Desde la óptica de la salud, el mejor consejo pragmático y sencillo ronda en mantener algunos hábitos.
Consejos para paliar el estrés:
- Comer sano, de acuerdo con una dieta equilibrada.
- Evitar el alcohol y otras drogas.
- Dormir unas ocho horas diarias, pero sobre todo, descansar, esto es, procurar un sueño reparador.
- Hacer ejercicio físico de manera rutinaria dos o tres veces por semana; ello genera endorfinas y elimina el exceso de adrenalina.
- Realizar actividades o herramientas que nos ayuden a tener un mayor equilibrio tanto físico como mental.
- Evitar la sobrecarga de actividades, particularmente, no asumir compromisos ni involucrarse en objetivos difíciles de concretar.
- Realizar actividades recreativas que alivien nuestras jornadas laborales.
- Tratar de tener una actitud positiva ante los retos de la vida.
Cómo nos ayudan a paliar el estrés Taichi y Chikung
Dentro de estas pautas es importante resaltar los ejercicios o herramientas que nos ayuden a tener un mayor equilibrio físico y mental como pueden ser el Taichi y el Chikung.
El Taichi y el Chikung reduce el estrés mediante el fomento de la respiración profunda y rítmica. También promueve la relajación al aumentar el flujo de sangre y oxígeno a cada parte del cuerpo.
Su práctica se compone de tres procesos de regulación, en los que cuerpo, respiración y mente interaccionan entre sí buscando una armonía entre ellos. Uno de estos procesos es la Regulación de la Mente y las Emociones.
Taichi y Chikung pueden ayudar a sanar y equilibrar las emociones haciendo que seamos conscientes de los componentes físicos de la ansiedad y el estrés (tensión en los hombros, ansiedad digestiva, mirada suspicaz, respiración superficial, …) y las emociones y pensamientos que nos llevan a ellos. Esto se hace a través de métodos prácticos que nos ayudan a resolver dichos problemas en su plano energético, es decir, sobre todo cuando las emociones influencian al Qi o cuando se expresan en forma de unos deficientes hábitos físicos posturales, respiratorios o en forma de tensión. Por tanto, su práctica, a través de ejercicios y movimientos permiten dirigir el Qi, a tratar problemas corporales, respiratorios y psicológicos de forma simultánea.
¿Cómo se logra?
Escuchando a nuestro cuerpo, logrando un autoconocimiento de nuestro ser, aprendiendo con ello a saber relajar y soltar, adoptando con ello una mejora de nuestra estructura corporal, de nuestra respiración y sobre todo liberarnos de toda tensión, sabiendo canalizar nuestras emociones.
Con el Taichi y el Chikung se logra, a través de sus “movimientos” a un estado de quietud, serenidad y tranquilidad, protegiéndonos de toda aquello que nos genere estrés y nos ayuda a vivir el “aquí y el ahora” o sea la atención plena permitiendo con ello, alejarnos del pasado y también del futuro: esas dos realidades en las que no podemos intervenir, ya sea porque ya han ocurrido o porque aún no sabemos cómo transcurrirán, logrando por ello saber parar.
Aceptando las situaciones
Aceptar es la capacidad de acoger lo que viene, sea agradable o doloroso; es permitir lo que es.
Cuando sucede algo que nos disgusta o aparece un obstáculo, solemos reaccionar oponiéndonos a ello, produciéndose estrés.
Con la practica nos ayuda a saber elegir con mayor tranquilidad lo que queremos o no y dejar que las cosas fluyan tal como vienen.
En definitiva, con la práctica de estas disciplinas tendremos muchos efectos beneficios, todos muy importantes a la hora de afrontar nuestro estrés. Por ejemplo:
- Aprendemos a estar en el presente
- Aceptamos mejor las situaciones
- Focalizamos nuestra mente en una sola cosa
- Nuestra mente se tranquiliza
- Aprendemos a conocernos mejor
Fuente: Escuela Canaria de Artes Integrales